El piloto judío que opacó el orgullo Nazi
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La historia cuenta que en Europa se desató una guerra deportiva, antes que comenzara la Segunda Guerra Mundial. Como sucedió en 1936 con los Juegos Olímpicos de Berlín, los cuales fueron usados como bandera para mostrar al mundo el poderío del Reich. El deporte de la velocidad y los motores se había constituido para los Alemanes Nazis en una cuestión de Estado. Lo mismo les ocurría a los franceses, el automovilismo era para ellos un tema de orgullo nacional. Las naciones no solo buscaban demostrar la capacidad de sus pilotos, sino también la superioridad de su industria automovilística. Tanto Hitler, como el gobierno francés destinaron cuantiosas subvenciones a quien pudiera crear un automóvil capaz de imponerse en competiciones internacionales. En medio de tales batallas, quedó registrado que el 10 de abril de 1938, el judío francés René Dreyfus le arrebató el podio a la encopetada escudería Mercedes de Alemania, quien corría con los legendarios autos llamados Flechas Plateadas. René Dreyfus había sido vetado para participar en los mejores equipos por ser judío. Pero resultó ser la única opción de la escudería francesa Écurie Bleue, liderada por la famosa piloto O’Reilly Schell quien fue la primera mujer norteamericana en competir en un Gran Premio automovilístico. Así fue como el equipo liderado por una mujer y un judío se enfrentaron a los prejuicios y opacaron los seguidos triunfos de la escudería alemana. Tres elementos fueron fundamentales para la inesperada victoria de Dreyfus: su extrema habilidad frente al volante, el sorprendente motor de su auto y la estrategia de conducir a media potencia para ser subestimado por los grandes motores alemanes. El piloto judío, esperó el momento cuando la escudería alemana necesitó abastecerse de combustible, y con el riesgo de sus neumáticos desgastados, llevar a tope el motor de su auto. Su triunfo sentó mal en Alemania. Hitler, no pudo resistir que un judío los derrotara. Una vez determino la invasión a Francia ordenó también descubrir los secretos del auto con el que un judío le ganó a su orgullo deportivo. Si quieres escuchar la narración completa de la carrera busca al escritor Angus Dougall.