SUSANAH WESLEY: UNA MUJER NECESARIA

Susannah Wesley, madre de Juan y Carlos Wesley, es una figura emblemática del siglo XVIII, conocida por su notable carácter, firmeza, conocimiento y profundo amor a Dios. Nacida en 1669 como la hija menor de 25 hijos de Samuel Annesley, un prominente ministro disidente, Susannah mostró desde joven una devoción inquebrantable a su fe y una impresionante capacidad intelectual. Susannah Wesley es conocida por su carácter fuerte y su increíble capacidad para mantener la estabilidad y el orden en su hogar, a pesar de las adversidades. Casada con Samuel Wesley, un sacerdote anglicano, enfrentó numerosas dificultades económicas y personales. A pesar de estas adversidades, Susannah mostró una firmeza inquebrantable en su fe y en su deber como madre. Crió a sus hijos con una disciplina estricta pero amorosa, inculcándoles valores de responsabilidad, honestidad y piedad. Su firmeza se reflejaba en su rutina diaria, que incluía tiempos de oración y enseñanza bíblica para sus hijos, a quienes educaba personalmente. Susannah Wesley no solo fue una madre devota, sino también una mujer de gran conocimiento y habilidades pedagógicas. En una época en la que la educación formal para mujeres era limitada, Susannah se destacó por su autodidactismo y su dedicación a la educación de sus hijos. Enseñó a leer a todos sus hijos antes de los cinco años, una hazaña notable en sí misma, y utilizaba una combinación de métodos tradicionales y su propio enfoque personalizado. Su hogar se convirtió en una escuela donde se estudiaban las Escrituras, teología, y otras materias académicas, preparando a Juan y Carlos Wesley para sus futuros roles como líderes religiosos y fundadores del movimiento metodista.