Episodio 230. Fertilidad y alimentación.
Comiendo con María (Nutrición) - Een podcast door María Merino Fernández
La fertilidad es la capacidad que tienen los seres vivos para reproducirse durante un “tiempo razonable”. Por tanto, la infertilidad es, siguiendo con la definición anterior, la pérdida de esta capacidad para reproducirse en el tiempo estimado como razonable y, en términos médicos, debe considerarse una enfermedad por carencia, ya que, las parejas que la padecen piden ayuda porque no pueden tener descendencia y esto les supone una pérdida de bienestar psíquico, uno de los pilares fundamentales en la definición de salud.Los factores de vida ambientales también afectan a la posibilidad de poder tener hijos. Entre estos factores hay que tener en cuenta:* El tabaco: tiene un conocido efecto nocivo en nuestro organismo a nivel pulmonar pero este efecto no se queda aquí si no que afecta a otros sistemas como el sistema reproductor influyendo tanto en la fertilidad masculina como femenina. Por tanto, si estás pensando en quedarte embarazada es mejor que dejes de fumar.* El alcohol: el consumo excesivo de alcohol puede dificultar la formación de óvulos y favorecer una peor calidad espermática en los hombre con lo que, ambos miembros de la pareja deberían reducir su consumo para favorecer el embarazo.* El peso y la alimentación: el peso de los dos miembros de la pareja, ya sea en exceso o en defecto, afecta de manera negativa a la posibilidad de tener hijos. Por su parte, se debe llevar a cabo una correcta alimentación para favorecer que todos los procesos se den de manera adecuada en nuestro organismo pero, según algunos estudios, ciertos nutrientes podrían ayudar a favorecer la fertilidad tanto masculina como femenina.La alimentación en el hombre debe ser rica en:- Los ácidos grasos posiinsaturados (AGPI) y el DHA: los AGPI, si son aportados en un correcto equilibrio, tiene importantes efectos beneficiosos a nivel cardiovascular y son imprescindibles para el buen funcionamientos de nuestro organismo. El ácido omega-3, en especial, el docosahexanoico (dha), se ha encontrado también en grandes cantidades dentro de las células de sertoli, encargadas de la espermatogénesis. Los especialistas creen que este componente, situado en la cola del esperma, podría proporcionar la elasticidad necesaria para su movimiento normal. Las fuentes dietéticas de los ácidos omega-3 son el aceite de pescado (contiene tanto dha como epa, otro derivado de la familia omega-3), ciertos aceites vegetales (aceite de soja, aceite de lino, etc.) o frutos secos como las nueces.- El ácido fólico: según los estudios realizados este nutriente influye, en el caso del hombre, sobre el número y la movilidad espermática. También se sugiere que, como el ácido fólico es imprescindible para una correcta división celular, su déficit esta relacionado con alteraciones en el adn del espermatozoide que pueden ser causa de defectos congénitos en el futuro bebé. Por todo esto, sería recomendable mantener las dosis necesarias de ácido fólico para evitar carencias (200 μg./día). Si se quiere aportar a través de la alimentación, su principal fuente entre los alimentos son las verduras de hoja verde, las legumbres y los frutos secos.- Los antioxidantes: la oxidación de nuestro organismo se produce de manera fisiológica en todos nosotros, y afecta entre otros al sistema reproductor masculino, pero ésta se puede ver acelerada en determinados ambientes en los que el hombre se ve expuesto a pesticidas, insecticidas y metales pesados (plomo, mercurio, etc.) o, por el hábito tabáquico o el ejercicio excesivo. Este efecto, y sus consecuencias, se pueden ver contrarrestados en parte mediante una alimentación equilibrada con un alto contenido de nutrientes antioxidantes. * Vitamina C: es un nutriente con un alto poder antioxidante. Sus recomendaciones pueden aumentar en caso de fumadores o deportistas. La mayor fuente alimentaria son las frutas y verduras, sobre todo crudas, ya que es destruida con el calor.