1156 - Jeremías 16-17. El profeta celibe . Jer 17:1
Descansando en Dios - Een podcast door Francisco Atencio
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1156 – Jer 17:1 - Jeremías 16-17. El profeta célibe.El pecado de Judá escrito está con cincel de hierro y con punta de diamante; esculpido está en la tabla de su corazón, y en los cuernos de sus altares,En Jeremias 16:1-17:18 se presenta el séptimo mensaje general del profeta. Dios usa tres restricciones dadas a Jeremías, no casarse ni tener hijos, no debía expresar en público su dolor ni gozo. Estas restricciones son usadas para advertir, una vez más, que el terrible juicio divino por el pecado de Judá estaba próximo a ejecutarse. El pueblo de Dios siguió pecando a pesar de que tenían la Ley, los profetas de Dios y toda una historia viendo el poder de Dios a través de los milagros. Dios, a través de Jeremías, describe lo profundo de su pecado, diciendo "el pecado de Judá está escrito, esculpido, con cincel de hierro y con punta de diamante, en la tabla de su corazón". (Jer 17:1). Que la confianza del pueblo de Dios estaba en los hombres y no en Él (Jer 17:5-6). ¿Cómo pudieron hacerlo? ¿Por qué el ser humano continua amando el pecado aun cuando entiende las consecuencias eternas? Dios conocia lo que había en sus corazones y concluye que: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová” (Jer 17:9-10). Por lo cual, serían “avergonzados y escritos en el polvo de la tierra” (Jer 17:13).1. Restricciones a Jeremías (Jer 16:1-9). “Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: No tomarás para ti mujer, ni tendrás hijos ni hijas en este lugar.” (Jer 16:1-2). La primera restricción de Dios dada a Jeremías es que no se casara ni tuviera hijos. Si esto era muy especial para los judíos porque Dios se lo prohibía a Jeremías. ¿Cuál era el motivo? El propósito de Dios era mostrar que la inminente catástrofe del juicio interrumpiría todas las relaciones normales. “De dolorosas enfermedades morirán; no serán plañidos ni enterrados; serán como estiércol sobre la faz de la tierra; con espada y con hambre serán consumidos, y sus cuerpos servirán de comida a las aves del cielo y a las bestias de la tierra.” (Jer 16:4). Muchos hijos e hijas, madres y padres morirían de dolorosas enfermedades. Los que sobrevivieran, con espada y con hambre serían consumidos (Jer 14:15-16; 15:2). La mortandad sería tan terrible, que quienes murieran no serían plañidos (llorados) ni enterrados. Más bien, quedarían como estiércol sobre la faz de la tierra (Jer 25:33), sus cadáveres serían comida para las aves y las bestias (Jer 15:3). Luego Jeremías en su libro de Lamentaciones escribe: “Levántate, da voces en la noche, al comenzar las vigilias; derrama como agua tu corazón ante la presencia del Señor; Alza tus manos a Él implorando la vida de tus pequeñitos, que desfallecen de hambre en las entradas de todas las calles.” (Lm 2:19).2. El pecado de Judá (Jer 16:10 – 17:18). “Y acontecerá que cuando anuncies a este pueblo todas estas cosas, te dirán ellos: ¿Por qué anuncia Jehová contra nosotros todo este mal tan grande? ¿Qué maldad es la nuestra, o qué pecado es el nuestro, que hemos cometido contra Jehová nuestro Dios? Entonces les dirás: Porque vuestros padres me dejaron, dice Jehová, y anduvieron en pos de dioses ajenos, y los sirvieron, y ante ellos se postraron, y me dejaron a mí y no guardaron mi ley; y vosotros habéis hecho peor que vuestros padres; porque he aquí que vosotros camináis cada uno tras la imaginación de su malvado corazón, no oyéndome a mí.
