1235 - Jonás 2. El mensajero rescatado. Jon 2:9

Descansando en Dios - Een podcast door Francisco Atencio

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1235 – Jon 2:9 – Jonás 2. El mensajero rescatado. Mas yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios; pagaré lo que prometí. la salvación es de Jehová. Jonás el profeta rebelde fue atrapado por una tormenta, tragado por un gran pez, y echado sano y salvo en la playa. (Jon 1:17; 2:10). ¡Qué aliento para los que puedan estar orando por el cónyuge, hijos e hijas desobedientes! Hay tres estados que pueden incluirnos a todos. a) Los que son indiferentes acerca de la salvación. b) Los que están orando para ser salvos. c) Los que dan gracias a Dios porque son salvos. ¿Cuál es el tuyo? “Gracias a Dios por su don inefable” (2Co 9:15; Sal 40:1-5). Los judíos demandan señal. Jesús dijo: “Pero no le será dada señal, sino la señal del profeta Jonás”. (Mt 12:38-39). Solo quedaba una por dar: la señal de su resurrección. “Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.” (Mt 12:40). I. Jonás es tragado por un gran pez (Jon 1:17). “Pero Jehová tenía preparado un gran pez que tragase a Jonás; y estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches.” Jonás es señal de Cristo: En su sepultura fue echado fuera de la embarcación. Jesús fue echado y crucificado fuera de la ciudad (He 13:11-14). Jonás fue sepultado en el corazón del mar; Cristo, en el corazón de la tierra (Ef 4:9-10). El propósito con que ambos fueron echados fue el mismo: para hacer paz. “Tomadme y echadme al mar, y el mar se os aquietará.” Cristo hizo la paz mediante la Sangre de su Cruz (Ef 2:14-16). El pecado estaba en Jonás; el pecado fue cargado sobre Jesús. En su resurrección (2Co 5:21; 1Pe 3:18; Is 53:5). “Y mandó Jehová al pez, y vomitó a Jonás en tierra”. (Jon 2:10). Salió de las profundidades con la misma individualidad con que había sido echado dentro. Igualmente, el mismo Jesús que había sido sepultado en la tumba fue el que resucitó de los muertos. Ninguno de los dos vio corrupción. “Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.” (1Co 15:57). II. Alabanza de Jonás (Jon 2:1–9). Resumen de la experiencia de Jonás. (Jon 2:1–2). “Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez, y dijo: Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; desde el seno del Seol clamé, y mi voz oíste.” Jonás registra el lugar (desde el vientre del pez) en donde pronunció su oración y luego de manera poética hace un recuento de la historia de su liberación. La oración de Jonás no fue un ruego para que Dios lo sacara de donde se encontraba; porque no contiene petición alguna. La oración es un salmo de acción de gracias al Altísimo por usar el gran pez para evitar que se ahogara. (Jon 2: 9). El profeta percibió que el gran pez fue el medio que Dios usó para salvarlo, así que lo alabó por sus insondables misericordias. Descripción de la experiencia de Jonás (Jon 2:3–7). En esta porción, el profeta registra el terror, desesperación que experimentó estando bajo el agua y su liberación por la gracia de Dios. Expresión de gratitud de Jonás. (Jon 2:8–9). Jonás ofreció sacrificios de alabanza al verdadero Dios por la salvación (Jon 1:16). También hizo votos de obedecer al Señor por su liberación, pues “la salvación sólo es de Jehová.” (Jon 2:9). Regreso de Jonás (2:10). Jonás alabó al Señor por librarlo de la muerte y de un sepulcro marino. (Jon 2:10). Después de la salvación de Jonás de su sepulcro acuático, Jehová mandó al pez a que depositara a su profeta en tierra firme sano y salvo. “Oh Jehová, hiciste subir mi alma del Seol; me diste vida, para que no descendiese a la sepultura.” (Sal 30:3). III. Siete pasos en la experiencia de Jonás. La experiencia de Jonás en el interior del pez es comparable con todos los que hemos pasado de muerte a vida, traídos de la esclavitud del pecado a la libertad de los hijos de Dios. (Ef 2:1-7; Col 1:13-14; 1Pe 2:9).