Carta de amor de Georgia O'Keeffe

Epistolar - Een podcast door Antología de lo íntimo - Woensdagen

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Georgia O'Keeffe fue una artista de vanguardia. Considerada por muchos como la “madre del modernismo estadounidense”. Una de sus máximas exponentes del Siglo XX. Su obra se caracteriza por flores brillantes, pinturas vívidas y paisajes infinitos de Nuevo México, lugar que la enamoró desde el primer momento. Sus pinturas, que se vendieron por millones de dólares, tienen un sentimiento romántico por la naturaleza y el espiritualismo. Pero la idea de este episodio no es hablar sólo de su sentimiento por el arte sino también de los otros, del amor romántico. Georgia conoció al fotógrafo Alfred Stieglitz -él le llevaba 24 años- y sucedió un flechazo. Pronto, se convirtieron en amantes legendarios. Pronto ella se trasladó a Nueva York para vivir con él. Pronto se casaron. Ella era una artista que buscaba su destino. Él la animó, la fotografió desnuda, se casó con ella y le fue infiel. Esta carta es de los primeros años de ese vínculo. Ella lo extraña hasta la punta de los dedos. Lo desea. Arde. Se consume sin él. Le dice que está ciega y loca por él. Amor de artista. Amor encendido. Amor que, algún día, se termina. Pero quién nos quita tanto fuego. Lee desde México Marijó Cantellano.Nueva York, 13 de junio de 1918Supongo que llegarás en unos minutos, pero tengo que levantarme y escribirte —es necesario, debo hacerlo—. He estado aquí acostada, escuchándote en la oscuridad, con el rostro ardiendo. Te extraño hasta la punta de los dedos; es un dolor físico real. Mientras subía por la calle hacia la puesta del sol después de cenar, me pregunté: ¿podré soportarlo? La terrible delicadeza y belleza de tu intensidad... No lo sé. Tal vez tenga que huir. Parece casi demasiado. Y aquí, acostada, deseándote con un dolor que lo abarca todo —no solo deseándote: amándote, sintiéndote—, todas las partes de mi cuerpo tocadas y besadas, consciente de ti. Un volcán no es nada comparado con esto. No conozco palabras que expresen su ardor, lo que consume. Aun así, de algún modo siento que puedo estar tranquila cuando vengas, que podré controlarme. Aunque siento que crece... Siento que llegará el momento en que no podrécontrolarme, en que estaré ciega y loca. La mujer que estás creando parece haber ido mucho más allá de mí, casi fuera de mi vista. Georgia

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