La carta de ruptura del novio de Sophie Calle
Epistolar - Een podcast door Antología de lo íntimo - Woensdagen

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Sophie Calle es una artista conceptual francesa. Una mujer a la que, una vez, le pasó lo que a muchas: le rompieron el corazón. Lo hicieron de una mala forma: con un correo electrónico, que era una gélida y amarga despedida. Terminaba con las palabras "cuídese mucho". Ella no supo qué responder. “Era casi como si no hubiera estado dirigido a mí”, dijo. Entonces, le pidió a 107 mujeres, elegidas por su profesión o habilidades, que interpretaran esta carta, que la analizaran, que la bailaran, que la cantaran, que la comentaran y así un largo etcétera. En esa gran respuesta coral participaron artistas, profesoras, traductoras, abogadas, escritoras, tarotistas, psicoanalistas, historiadoras, curadoras… Y la lista continúa, con un sinfín de evaluaciones de la carta desde distintas posiciones y puntos de vista. Así nació la instalación que bautizó con el nombre “Cuídese mucho”, que fue aclamada por la crítica internacional en la Bienal de Venecia en 2007. En este episodio, publicamos la carta original del novio de Sophie. Un adiós frío, sí. Pero también un motor de creación colectiva. Lee la actriz Inés Efrón.***Sophie: Llevo un rato queriendo escribirle y contestar a su último e-mail. Al mismo tiempo, me parecía mejor hablar con usted y decir lo que tengo que decirle de viva voz. Por los menos esto quedará ya escrito. Como ya sabe, últimamente me he sentido mal. Como si ya no fuese yo mismo en mi propia existencia. Una especie de angustia terrible contra la que poco puedo hacer salvo avanzar a toda prisa en unintento por dejarla atrás, como he hecho siempre. Cuando nos conocimos, puso una condición: no convertirse en la “cuarta”. He respetado el compromiso: ya hace meses que dejé de ver a las “otras”, puesto que no tenía forma de seguir frecuentándolas sin convertirla a usted en una de ellas. Creía que eso sería bastante, creía que el quererla yo y el querermeusted bastaría para que la angustia -que meempuja siempre a buscar en otros lugares y me impide por siempre jamás estar tranquilo y sin dudarlo ser simplemente feliz y “generoso”- se calmase con su presencia y con la certeza de que el amor que me aportaba era lo más beneficioso para mí, lo más beneficioso que haya conocido jamás, como bien sabe. Pensé que escribir pondría remedio, que disolvería mi “intranquilidad” y me permitiría ir a su encuentro. Pero no. Me siento aún peor, no puedo ni decirle en qué estado me encuentro. Así, esta semana, empecé de nuevo a llamar a las “otras”. Sé lo que eso significa para mí y a qué ciclo me arrastrará. No le he mentido nunca y no estoy dispuesto a empezar a hacerlo hoy. Al principio de nuestra relación, usted había anunciado otra regla: que el día en que dejásemos de ser amantes, no se plantearía volver a verme. Sabe hasta qué punto esta imposición me resulta desastrosa, injusta (puesto que sigue viendo a B., R., …) y comprensible (evidentemente…); de modo que no podría nunca convertirme en amigo suyo. Pero hoy, el hecho de que acepte plegarme a su voluntad, a pesar de que “-echaré ”-terriblemente en falta verla, hablar con usted, aprehender su visión de las cosas y los seres y sudulzura conmigo da cuenta de la importanciade la decisión que tomo. Pase lo que pase, tenga presente que no dejaré de amarla de ese modo que me es propio como lo hice desde que la conocí; un modo que seguirá vivo en mí y, estoy seguro, no morirá. Pero hoy, sería la peor de las farsas tratar de prolongar una situación que, lo sabe tan bien como yo, ya no tiene remedio por respeto al amor que le tengo y al amor que me tiene y que me obliga ahora a ser franco con usted, como un último tributo a lo que compartimos y que será, por siempre, algo único. Me hubiese gustado que las cosas fuesen de otro modo. Cuídese mucho.X