Así nació la tecnológica HP, el ‘big bang’ de Silicon Valley
Historias de la economía - Een podcast door elEconomista - Maandagen
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Si hay un lugar en el mundo que se pueda considerar como la ‘meca de la tecnología’, este está en California y recibe el nombre de Silicon Valley. Su nombre significa Valle del Silicio y hace alusión a la rápida explosión de empresas dedicadas a la electrónica y a la computación que fueron creadas allí a lo largo de la década de los 80. Esta zona está situada en la Bahía de San Francisco, es la sede de las compañías más importantes del sector y funciona como un centro de innovación en el que todas las start-ups desean instalarse. Sin embargo, lo que muy pocos saben es cómo se creó este pequeño gran imperio y quién o quiénes fueron los precursores de una región que fue creada para revolucionar el mundo de la informática. Se lo contamos. Esta historia comienza en los años 30, cuando Disney comienza a trabajar en su tercera película, una cinta que acabaría convirtiéndose en otro gran clásico de la factoría. Se trata de ‘Fantasía’, largometraje musical que llegó a la gran pantalla tras los exitosos lanzamientos de ‘Blancanieves y los 7 enanitos’ y ‘Pinocho’. En ‘Fantasía’, la reproducción del sonido en las salas era clave y, para ello, Disney decidió comprar ocho osciladores de baja frecuencia, una máquina electrónica que permitía sincronizar los efectos de sonido de la cinta y desarrollar el sistema Fantasound, considerado el antecesor del Dolby Surround. Este oscilador del que hablamos fue inventado por dos emblemáticos ingenieros. Hablamos de Hewlett y Packard, quienes poco después acabarían fundando su propia empresa, Hewlett Packard Company, popularmente conocida como HP. Estos dos jóvenes emprendedores tenían como profesor en la Universidad de Stanford a Frederick Terman, considerado por muchos como ‘el padre de Silicon Valley’. Este fue quien animó a sus pupilos a crear su propia compañía y ambos decidieron seguir su consejo: El 1 de enero de 1939 fundaron HP en un garaje ubicado en la ciudad de Palo Alto, dentro del condado californiano de Santa Clara. Se ponía así la primera piedra de aquel ‘valle del silicio’. En la década de los 50, se produce al fin el despegue de HP y, de la mano, del propio Palo Alto, donde la población se multiplicó exponencialmente y sus huertos fueron sustituidos por carreteras, negocios y escuelas. El parque tecnológico Stanford Industrial Park, promovido por el profesor Terman, se convirtió poco a poco en foco de atracción para otras empresas que hicieron de aquel lugar el corazón de Silicon Valley.En aquella zona ubicada al sur de la Bahía de San Francisco comenzó a hervir una cultura del emprendimiento y la creatividad que han logrado mantener hasta nuestros días. Todo ello, ha sido, en parte, gracias a la gran labor social que Hewlett y Packard desarrollaron años más tarde. Por ejemplo, el primero, a través de la fundación David y Lucile Packard (su esposa), se lanzó a la caza de talentos musicales para la Sinfónica de San Francisco o creó el mejor acuario del mundo en la ciudad de Monterrey. El segundo, también junto a su mujer, impulsó con donaciones, a través de la Fundación William y Flora Hewlett, al Instituto de Tecnología de California o la Universidad de Stanford, entre otros. Casi veinte años después de la venta de aquel oscilador a Disney, la compañía empezó a diversificar su negocio y se lanzó también a crear generadores de señales microondas, aparatos médicos y calculadoras de bolsillo. Enseguida, aquel garaje comenzó a quedarse pequeño y Hewlett y Packard decidieron mudarse y trasladar su empresa a otro edificio más grande, ubicado también en Palo Alto. En esa apuesta por la innovación, la pareja de ingenieros se lanzó a entrar en 1966 en el negocio de los ordenadores. Dos años más tarde, fabricarían también la primera calculadora científica de sobremesa y programable. En 1983, revolucionan también la tecnología con el primer ordenador de pantalla táctil y, un año después, la primera impresora de...